No todo el mundo lo ha visto a pesar de su pública ubicación. Muy poca gente sabe siquiera de la existencia de este árbol mágico y sagrado en Madrid, aunque probablemente hayan pasado cientos de veces a su lado. Sin embargo, éste posee una belleza que difícilmente deja indiferente a cualquier paseante sensible. Su presencia es obvia y diáfana, destacada por su inmejorable puesto en el Parterre del madrileño Parque del Retiro.
Pero no hablamos de un árbol cualquiera. Según su catalogación, se trataría del árbol más antiguo de la ciudad. Un ser vivo excepcional, que ahora, en marzo de 2016 se encuentra en peligro de desaparecer debido a la torpeza y la errónea actuación en las obras iniciadas a su alrededor.
Pero no hablamos de un árbol cualquiera. Según su catalogación, se trataría del árbol más antiguo de la ciudad. Un ser vivo excepcional, que ahora, en marzo de 2016 se encuentra en peligro de desaparecer debido a la torpeza y la errónea actuación en las obras iniciadas a su alrededor.
El "Ahuehuete" es originario de México. Debe su nombre a la lengua náhuatl (idioma de varias de las culturas que poblaron el México pre-colombino), entre cuyas acepciones podemos encontrar: "Árbol que nunca envejece" o "El viejo de agua". Crece siempre cerca de ríos, zonas pantanosas, manantiales o corrientes subterráneas; lo cual tal vez explica el porqué de este último nombre. Su denominación científica es "Taxodium mucronatum" (variante de ciprés), y coloquialmente se le conoce también como "ciprés calvo" o "sabino". Los antiguos mexicanos lo veneraron como sagrado y por eso ha jugado un papel muy importante en la vida ritual y mágica de su pueblo, desde la fundación de Tenochtitlan hasta nuestros días.
Gran parte de su encanto radica en su gran longevidad. Existen ejemplares, como el "Árbol del Tule" en Oaxaca (México), cuya antigüedad se calcula en cerca de 2,000 años (¡Sí, leíste bien: DOSMIL AÑOS!!!) pero se cree que es capaz de subsistir hasta los 6,000.
El ejemplar del Retiro no es tan mayor, pero sí es muy probable que cuente con alrededor de 400 años de edad o más. Este dato es impreciso y los historiadores no se ponen de acuerdo, pero poco a poco lo iremos aclarando.
"Árbol del Tule" en Oaxaca (edad aproximada de 2,000 años)
Otra de las maravillosas características clave de este árbol, radica en su naturaleza hermafrodita. Contiene ambos órganos reproductores (femenino y masculino), que se manifiestan como unos pequeños cuerpos cónicos que contienen los elementos para la auto-fecundación. El árbol poliniza entre febrero y marzo y produce su flor desde abril hasta mayo aproximadamente. Su fruto aparece en forma de pequeñas "piñas" redondas en otoño.
Simbólicamente, es sin duda la representación perfecta de del equilibrio "ying-yang" que renace justo antes de la primavera para llegar a su esplendor en verano. Es una de las más hermosas manifestaciones del equilibrio dual universal y símbolo oficial de México desde 1921.
Simbólicamente, es sin duda la representación perfecta de del equilibrio "ying-yang" que renace justo antes de la primavera para llegar a su esplendor en verano. Es una de las más hermosas manifestaciones del equilibrio dual universal y símbolo oficial de México desde 1921.
HISTORIA
Este ahuehuete no es el único de la región, pero si el más antiguo en la ciudad de Madrid.
Hay otros ejemplares en Aranjuez, que se cree que podrían provenir de la misma época en que este fue plantado en el Parterre durante el siglo XVII (más concretamente entre las décadas de 1630 a 1650), aunque hay quien los atribuye al reinado de Isabel II, ya en el siglo XIX. Sin embargo, son obvias las diferencias entre el grosor de sus troncos y su multiplicidad de brazos, siendo el del Retiro menos alto y con menos circunferencia, pero con un añoso tronco y complejas ramificaciones en forma de candelábro que nos hablan de procesos morfológicos más prolongados (los de Aranjuez, siendo más jóvenes, son sin embargo más rectos y altos), por tanto, no se considera condición indispensable el ser muy alto o ancho para ser muy antiguo. Ejemplos claros se encuentran en los olivos, que sin tener que contar con una gran envergadura ni un tronco grueso, pueden tener 600 o 700 años.
Hay otros ejemplares en Aranjuez, que se cree que podrían provenir de la misma época en que este fue plantado en el Parterre durante el siglo XVII (más concretamente entre las décadas de 1630 a 1650), aunque hay quien los atribuye al reinado de Isabel II, ya en el siglo XIX. Sin embargo, son obvias las diferencias entre el grosor de sus troncos y su multiplicidad de brazos, siendo el del Retiro menos alto y con menos circunferencia, pero con un añoso tronco y complejas ramificaciones en forma de candelábro que nos hablan de procesos morfológicos más prolongados (los de Aranjuez, siendo más jóvenes, son sin embargo más rectos y altos), por tanto, no se considera condición indispensable el ser muy alto o ancho para ser muy antiguo. Ejemplos claros se encuentran en los olivos, que sin tener que contar con una gran envergadura ni un tronco grueso, pueden tener 600 o 700 años.
Hay varias versiones sobre el origen de este "ciprés calvo", pero casi todas coinciden en que fue PLANTADO, es decir, que no fue sembrada la semilla in-situ, sino que el tierno tallo o árbol joven fue plantado tras ser traído desde otro lugar.
Hay una leyenda que habla de la posibilidad de que éste se encuentre emparentado con un ahuehuete de la Ciudad de México conocido como "Árbol de la Noche Triste", debido a que Hernán Cortés lloró bajo sus ramas tras su derrota en el sitio de Tenochtitlan de 1520. Se cree que el Ahuehuete del Retiro proviene de un esqueje o de semillas que el propio Cortés habría traído a España para obsequiar a Carlos V. Sin embargo, se conoce que el rey jamás lo recibió. El ambicioso capitán de la Nueva España, pudo haber pasado largas horas esperando audiencia en varias ocasiones entre 1540 y 1546 sin éxito.
El carácter simbólico que se le ha querido dar a esta anécdota, consiste en que desde la vuelta de Cortés de México, éste permaneció impasible, "plantado", a la espera de audiencia real por pasillos y salones hasta morir en 1547 sin ser recibido por el rey. De igual manera, el árbol mexicano-madrileño, fue testigo impasible del acontecer de la Villa y Corte, en su inmutable gesto frente al Palacio del Buen Retiro, donde el rey -hipotéticamente- lo habría "plantado". El ahuehuete fue (esto sí es seguro) testigo de la destrucción a cañonazos de dicho edificio durante la invasión napoleónica de 1808.
Cortés llora su derrota bajo el ahuehuete de Popotla
El carácter simbólico que se le ha querido dar a esta anécdota, consiste en que desde la vuelta de Cortés de México, éste permaneció impasible, "plantado", a la espera de audiencia real por pasillos y salones hasta morir en 1547 sin ser recibido por el rey. De igual manera, el árbol mexicano-madrileño, fue testigo impasible del acontecer de la Villa y Corte, en su inmutable gesto frente al Palacio del Buen Retiro, donde el rey -hipotéticamente- lo habría "plantado". El ahuehuete fue (esto sí es seguro) testigo de la destrucción a cañonazos de dicho edificio durante la invasión napoleónica de 1808.
Sin embargo, es difícil afirmar que este árbol provenga de semillas o esquejes portados por Cortés. Recordemos que la mayoría de las incipientes crónicas hablan de que fue "plantado", no "sembrado". La semilla del Taxodium es fértil durante aproximadamente un año después de su recolección y secado. Tanto un esqueje como las semillas, tendrían que haber soportado las inclemencias del largo viaje marítimo y su posterior aclimatación al ambiente y condiciones de Madrid. Todo esto sin considerar que hay casi 80 años de diferencia entre la vuelta del conquistador a la península y la primera noticia del Ahuehuete en 1640. Sin embrago, es innegable, según varios investigadores, el vínculo entre estos ejemplares vegetales y la realeza española (por ejemplo, los citados ahuehuetes que forman parte de los Jardines del Príncipe en Aranjuez).
Hay otras hipótesis menos ortodoxas, pero también posibles, considerando el carácter ritual-sagrado-mágico y Real de este personaje vegetal, que intentaré explicar lo más brevemente posible a continuación.
Según la Crónica Mexicáyotl, un día como hoy, 13 de marzo de 1325 se funda la ciudad de Me-shic-coh Tenochtitlan en un pequeño islote situado al centro del Lago de Texcoco. Antes de su establecimiento definitivo, y tras haber acordado con los pueblos vecinos que se les concedería habitar en dicho islote, los sacerdotes dirigentes de aquella gente que había peregrinado durante más de 200 años para encontrar su "tierra prometida", hicieron un ritual en un bosque mágico a orillas del lago. Acto seguido, se inició el último tramo de la ruta que los llevaría hasta el corazón de lo que hoy se conoce como Ciudad de México. Esta ruta sagrada permaneció activa durante muchos años y aún existe. Aquel bosque se mantuvo como lugar de culto y rituales sagrados. Moctezuma Iluicamina, emperador azteca, pidió al rey de Texcoco, el poeta Nezahualcóyotl, que sembrara en 1460 lo que sería el primer grupo de ahuehuetes mexicanos en aquél lugar. Este pequeño bosque se conserva hasta nuestros días, y sigue siendo un sitio muy especial por los acontecimientos que ha protagonizado, y entre muchas otras cosas, por albergar uno de los altares rituales más antiguos de la región, así como los llamados "Baños de Moctezuma", donde se realizaban las abluciones rituales antes de emprender acciones de carácter mágico-sagrado.
Hay una teoría que resulta más verosímil en cuanto a la posibilidad de la llegada de esquejes o semillas de ahuehuete a Madrid, y que tiene que ver directamente con la realeza azteca y sus descendientes en el "Viejo Mundo".
Tras la Matanza del Templo Mayor y antes de su muerte, el Tlatoani (emperador) Moctezuma Xocoyotzin pidió personalmente a Cortés que cuidara de sus hijos e hijas. Casi todos los descendientes directos del emperador (19 en total) fallecieron en los meses o años siguientes, o no fueron considerados como estirpe real por ser procreados con concubinas de rangos inferiores. Algunos de ellos lograron, sin embargo, mantener un cierto estatus y varios de ellos adquirieron títulos nobiliarios que se conservan hasta hoy. Las princesas Tecuichpo y Xipaguatzin, conocidas después como Doña Isabel y Doña María de Moctezuma respectivamente, pasaron a formar parte de la realeza española (sí, HAS LEÍDO BIEN: de la realeza española).
Tras la Matanza del Templo Mayor y antes de su muerte, el Tlatoani (emperador) Moctezuma Xocoyotzin pidió personalmente a Cortés que cuidara de sus hijos e hijas. Casi todos los descendientes directos del emperador (19 en total) fallecieron en los meses o años siguientes, o no fueron considerados como estirpe real por ser procreados con concubinas de rangos inferiores. Algunos de ellos lograron, sin embargo, mantener un cierto estatus y varios de ellos adquirieron títulos nobiliarios que se conservan hasta hoy. Las princesas Tecuichpo y Xipaguatzin, conocidas después como Doña Isabel y Doña María de Moctezuma respectivamente, pasaron a formar parte de la realeza española (sí, HAS LEÍDO BIEN: de la realeza española).
No olvidemos que México no era una COLONIA AL USO, sino que era considerada como TERRITORIO DEL IMPERIO EN ULTRAMAR. Aunque a muchos asombre, los descendientes de Moctezuma fueron respetados (en lo formal al menos) como herederos del poder simbólico de aquellas tierras, y por ello nombrados, por ejemplo, Condes de Miravalle o Duques de Moctezuma (títulos aún vigentes y refrendados en varias ocasiones), aunque la administración efectiva de las tierras la hicieran regidores, adelantados o el propio Capitán General (Cortés) y los posteriores Virreyes.
Estas princesas aztecas conocían de una manera mucho más profunda la simbología y el carácter sagrado del árbol venerado por su propia familia de tlatoanis, desde Moctezuma Iluicamina hasta Cuahutémoc. Ellas o sus descendientes, mejor que nadie, habrían llevado consigo algún especímen o semilla de ahuehuete para hacerlo germinar en tierras españolas, no como un elemento decorativo, sino como un acto mágico y fundacional.
Los conflictos bélicos y la presencia del "árbol mágico-guerrero"
La primera vez que aparece en la escena de la historia mexicana un ahuehuete mágico que "habla", aconseja u ordena, es en 1519, cuando Moctezuma Xocoyotzin acude al bosque sagrado de sus antepasados para consultar a los sabios (y ya entonces centenarios) árboles del lugar. Ante el líder mayor de aquel "consejo vegetal", Moctezuma ruega, suplica que le sea abierta la "puerta dimensional" de ese sitio para saltar a otra realidad. Es consciente de la vuelta de "Quetzalcóatl" (en realidad Cortés y compañía), y sufre un ataque de pánico y cobardía, no sintiéndose capaz de afrontar ese destino. El ahuehuete (más tarde apodado por los cadetes del Colegio Militar como "El Sargento") le prohíbe la huida a Moctezuma y lo conmina a quedarse y enfrentar el destino que le toca (imagen "crística" que evoca a la oración del huerto donde Jesús pide: "Aparta de mí este cáliz"). Pero era necesario llevar a cabo la Guerra Sagrada que conduciría al nacimiento de la nación mexicana, el mestizaje y el traslado de la raíz indígena que completara la Raza Cósmica que entonces, y gracias a ese sincretísmo cultural, biológico y espiritual podría haberse gestado.
La segunda anécdota que nos refiere directamente a un ahuehuete, es precisamente la de Popotla, en el barrio de Tlacopan junto a la calzada hoy llamada Tacuba. Ahí, tras la masacre sufrida por el ejercito indígena de traidores tlaxcaltecas que acompañaban a Cortés (cerca de 900 hombres murieron aquel día), el capitán lloró su desventura.
Meses antes había conseguido aposentarse en el Palacio de Axayácatl, tomando como "rehén político" a aquel Moctezuma que menos de un año antes suplicara a "El Sargento" una solución mágica. Ahora, el emperador azteca sería lapidado por su propio pueblo -cumpliendo así su temido destino- tras la barbarie demostrada por Pedro de Alvarado en la Matanza del Templo Mayor (ritual satánico perpetrado por Alvarado, aprovechando la ausencia de Cortés). La rebelión del pueblo contra el "dios barbado" o "Tonathiu" se había iniciado. Cortés llegó de vuelta a la sitiada Tenochtitlan, sólo con el tiempo justo para dar la orden de retirada.
Encuentro entre Cortés y Moctezuma
Siete meses después del encuentro simbólico de ambos imperios, Cortés salía a hurtadillas de la ciudad, siendo descubierto y diezmado en pocas horas. Destrozado anímica y físicamente, se habría tumbado bajo el ahuehuete de Popotla a lamentar su desgracia.
¿Podría ser que entonces tomara Cortés las semillas o algún esqueje que diera posteriormente origen al Ahuehuete del Parterre? Ambas posibilidades son del todo descabelladas, ya que la llamada "Noche Triste" tuvo lugar entre junio y julio de 1520. Considerando que el verano es apenas la época de FLORACIÓN del Taxodium, y su fruto no está maduro hasta el otoño, es del todo imposible que Cortés obtuviera semillas de dicho árbol in-situ. ¿Tal vez algún lugareño le hubiese regalado semillas del año anterior?. Recordemos que las semillas de Taxodium se conservan fértiles un año aproximadamente. De ser así, Cortés tendría que haberlas sembrado en el transcurso de las próximas semanas o meses... pero se encontraba en huida hacia el señorío de sus aliados tlaxcaltecas y no volvería a Tenochtitlan para la conquista definitiva hasta más de un año después y a Castilla varios años más tarde. En tal caso, las semillas habrían perdido su capacidad de germinar.
La hipótesis de la rama o esqueje es aún más absurda, pues ya podemos imaginarnos al capitán derrotado huyendo a caballo hacia Tlaxcala, batallando en Atenco, Calacoaya y Otumba... ¡pero cuidando siempre su ramita de ahuehuete!.
Sea como sea, la insostenible hipótesis de que el ahuehuete del Retiro sea descendiente de el de Popotla, podría demostrarse de haber alguna relación escrita de los vegetales vivos traídos por Cortés a su vuelta, pues de haber algún rastro de un taxodium en dicho inventario, este tendría que suponer una planta o árbol joven y en ningún caso las semillas del mismo. A menos que propongamos que varios años después, cuando volvía a España, hubiese pensado en conseguir semillas fértiles de aquél árbol donde había lamentado su derrota... ¡Totalmente absurdo!.
En cambio, la consciencia de los descendientes de Moctezuma acerca de las propiedades sagradas de estos árboles y la vocación mágica del pueblo Mexica en la convergencia histórica de la "conquista" y su posterior traslado energético y físico a España, pueden explicar de una manera más que verosímil la presencia de ahuehuetes traídos a propósito y con intenciones más allá del interés meramente "botánico". En caso de haber sido los propios mexicanos descendientes de Moctezuma quienes portaron está planta de poder hasta Madrid, el pequeño árbol o las semillas del mismo, provendrían sin duda del bosque de ahuehuetes sagrados en Chapultepec, de manera que el Taxodium del Retiro estaría emparentado con el más mítico de nuestros ahuehuetes históricos: "El Sargento"
Es precisamente otra guerra, la invasión napoleónica de Madrid en 1808, la que define la supervivencia del "Viejo del Agua" hasta nuestros días; pues se dice que debido a su ubicación y a contar sus ramas con una magnífica horcadura que permitía la instalación de un cañón de la artillería francesa, fue elegido como puesto vigía durante la contienda. De esta manera, el ahuehuete del retiro fue indirectamente protegido a la par que se protegía la pieza de artillería que acunaba entre sus ramas.
La primera vez que aparece en la escena de la historia mexicana un ahuehuete mágico que "habla", aconseja u ordena, es en 1519, cuando Moctezuma Xocoyotzin acude al bosque sagrado de sus antepasados para consultar a los sabios (y ya entonces centenarios) árboles del lugar. Ante el líder mayor de aquel "consejo vegetal", Moctezuma ruega, suplica que le sea abierta la "puerta dimensional" de ese sitio para saltar a otra realidad. Es consciente de la vuelta de "Quetzalcóatl" (en realidad Cortés y compañía), y sufre un ataque de pánico y cobardía, no sintiéndose capaz de afrontar ese destino. El ahuehuete (más tarde apodado por los cadetes del Colegio Militar como "El Sargento") le prohíbe la huida a Moctezuma y lo conmina a quedarse y enfrentar el destino que le toca (imagen "crística" que evoca a la oración del huerto donde Jesús pide: "Aparta de mí este cáliz"). Pero era necesario llevar a cabo la Guerra Sagrada que conduciría al nacimiento de la nación mexicana, el mestizaje y el traslado de la raíz indígena que completara la Raza Cósmica que entonces, y gracias a ese sincretísmo cultural, biológico y espiritual podría haberse gestado.
La segunda anécdota que nos refiere directamente a un ahuehuete, es precisamente la de Popotla, en el barrio de Tlacopan junto a la calzada hoy llamada Tacuba. Ahí, tras la masacre sufrida por el ejercito indígena de traidores tlaxcaltecas que acompañaban a Cortés (cerca de 900 hombres murieron aquel día), el capitán lloró su desventura.
Meses antes había conseguido aposentarse en el Palacio de Axayácatl, tomando como "rehén político" a aquel Moctezuma que menos de un año antes suplicara a "El Sargento" una solución mágica. Ahora, el emperador azteca sería lapidado por su propio pueblo -cumpliendo así su temido destino- tras la barbarie demostrada por Pedro de Alvarado en la Matanza del Templo Mayor (ritual satánico perpetrado por Alvarado, aprovechando la ausencia de Cortés). La rebelión del pueblo contra el "dios barbado" o "Tonathiu" se había iniciado. Cortés llegó de vuelta a la sitiada Tenochtitlan, sólo con el tiempo justo para dar la orden de retirada.
Encuentro entre Cortés y Moctezuma
Siete meses después del encuentro simbólico de ambos imperios, Cortés salía a hurtadillas de la ciudad, siendo descubierto y diezmado en pocas horas. Destrozado anímica y físicamente, se habría tumbado bajo el ahuehuete de Popotla a lamentar su desgracia.
¿Podría ser que entonces tomara Cortés las semillas o algún esqueje que diera posteriormente origen al Ahuehuete del Parterre? Ambas posibilidades son del todo descabelladas, ya que la llamada "Noche Triste" tuvo lugar entre junio y julio de 1520. Considerando que el verano es apenas la época de FLORACIÓN del Taxodium, y su fruto no está maduro hasta el otoño, es del todo imposible que Cortés obtuviera semillas de dicho árbol in-situ. ¿Tal vez algún lugareño le hubiese regalado semillas del año anterior?. Recordemos que las semillas de Taxodium se conservan fértiles un año aproximadamente. De ser así, Cortés tendría que haberlas sembrado en el transcurso de las próximas semanas o meses... pero se encontraba en huida hacia el señorío de sus aliados tlaxcaltecas y no volvería a Tenochtitlan para la conquista definitiva hasta más de un año después y a Castilla varios años más tarde. En tal caso, las semillas habrían perdido su capacidad de germinar.
La hipótesis de la rama o esqueje es aún más absurda, pues ya podemos imaginarnos al capitán derrotado huyendo a caballo hacia Tlaxcala, batallando en Atenco, Calacoaya y Otumba... ¡pero cuidando siempre su ramita de ahuehuete!.
Sea como sea, la insostenible hipótesis de que el ahuehuete del Retiro sea descendiente de el de Popotla, podría demostrarse de haber alguna relación escrita de los vegetales vivos traídos por Cortés a su vuelta, pues de haber algún rastro de un taxodium en dicho inventario, este tendría que suponer una planta o árbol joven y en ningún caso las semillas del mismo. A menos que propongamos que varios años después, cuando volvía a España, hubiese pensado en conseguir semillas fértiles de aquél árbol donde había lamentado su derrota... ¡Totalmente absurdo!.
Estado actual del "Árbol de la Noche Triste"
En cambio, la consciencia de los descendientes de Moctezuma acerca de las propiedades sagradas de estos árboles y la vocación mágica del pueblo Mexica en la convergencia histórica de la "conquista" y su posterior traslado energético y físico a España, pueden explicar de una manera más que verosímil la presencia de ahuehuetes traídos a propósito y con intenciones más allá del interés meramente "botánico". En caso de haber sido los propios mexicanos descendientes de Moctezuma quienes portaron está planta de poder hasta Madrid, el pequeño árbol o las semillas del mismo, provendrían sin duda del bosque de ahuehuetes sagrados en Chapultepec, de manera que el Taxodium del Retiro estaría emparentado con el más mítico de nuestros ahuehuetes históricos: "El Sargento"
Es precisamente otra guerra, la invasión napoleónica de Madrid en 1808, la que define la supervivencia del "Viejo del Agua" hasta nuestros días; pues se dice que debido a su ubicación y a contar sus ramas con una magnífica horcadura que permitía la instalación de un cañón de la artillería francesa, fue elegido como puesto vigía durante la contienda. De esta manera, el ahuehuete del retiro fue indirectamente protegido a la par que se protegía la pieza de artillería que acunaba entre sus ramas.
La mayoría de los demás árboles sufrieron los estragos de la guerra.
Los sobrevivientes terminaron sus días como leña para calentar los hogares cercanos al Retiro durante la guerra de 1936 a 1939.... y sin embargo, el "Abuelo" del Parterre fue respetado.
En 1810, México inicia su particular Guerra Sagrada para proclamar su "mayoría de edad", su "independencia" del gobierno central de España. En el santuario de Atotonilco, Guanajuato, el cura criollo Miguel Hidalgo y Costilla enarbola el estandarte de la Virgen de Guadalupe, traída a México por Cortés y convertida en representación insoslayable de lo Sagrado Femenino Mexicano y del mestizaje físico y espiritual entre ambos lados del océano.
Esta Guerra Sagrada es en realidad una ciclo de acciones mágicas que han conformado la "identidad de la nación mexicana adulta" desde los albores del siglo XIX, hasta la transición de era que estamos viviendo actualmente en el XXI.
En todo este proceso hemos contado con la presencia y el consejo de nuestros árboles mágicos. Un ahuehuete, según recogen todas las historias conocidas, NUNCA es sembrado o plantado sin un sentido ritual, mágico o conmemorativo específico.
Es así, como el 13 de septiembre de 1847, durante la invasión norteamericana de México, y siendo sitiada la escuela de Cadetes del Heroico Colegio Militar en el propio bosque de Chapultepec, los jóvenes defensores del alcázar del castillo (conocidos como "Niños Héroes") acuden a pedir consejo y guía al Ahuehuete más anciano del lugar. Una vez más "El Sargento" da los lineamientos para la batalla sagrada a los seis jóvenes que, con su sacrificio ritual, conjuraron aquella guerra que milagrosamente llegó a su fin después de esta batalla, y que de haberse ganado, habría anexado la totalidad del territorio actual de México a los Estados Unidos de Norteamérica.
"Niños Héroes de Chapultepec" (los pequeños cadetes de "El Sargento")
Aquí me detengo para aclarar que no se trata de "mitologías" o "historias fantásticas" sin fundamento. El Colegio Militar de México, desde su fundación, acogió los valores de los antiguos combatientes aztecas (Caballeros Águila y Guerreros Jaguar), y en ellos ha basado su código de honor y filosofía. El Arte de la Guerra tiene en esta institución una connotación que va más allá de los convencionalismos patrióticos y bélicos de muchos países. El Heroico Colegio Militar de México recoge una tradición mágica y esotérica que trasciende los siglos y que se remonta a los principios del Calmécac (escuela de nobles aztecas). Es de ahí de donde procede la veneración y las técnicas de comunicación con los árboles sagrados practicadas por los jóvenes sacrificados en 1847, a unos metros del altar ritual alzado por los primeros pobladores de la ribera del lago de Texcoco, y casi enmedio del bosquecillo sagrado de ahuehuetes ya citado.
En 1968, la humanidad se convulsiona como antesala de la entrada en la llamada "Era de Acuario". México está llamado a ser actor principal en este proceso. La "Dakini" tibetano-azteca Regina, libera la "cárcel de la luna" en Teotihuacan el 21 de marzo de aquel año, iniciándose el proceso irreversible del despertar de la Humanidad que desembocaría en los disturbios conocidos como "Mayo del 68", el movimiento hippie y la Matanza-sacrificio ritual de la Plaza de las Tres Culturas el 2 de octubre en Tlatelolco, Ciudad de México.
Manifestación en Tlatelolco, justo antes de la masacre
Desde su llegada a México, Regina reabrió la comunicación bloqueada en la ruta sagrada que va de Chapultepec al Zócalo, iniciando sus recorridos de sanación-activación en el (una vez más) bosquecillo sagrado a los pies del "Cerro del Chapulín", y con el ahuehuete mayor, conocido como "El Sargento" como guía.
El 2 de octubre, tras varios meses de marchas sagradas y rituales "invisibles", fue necesario un sacrificio ritual sin precedentes, en donde se elevó la consciencia de México para iniciar el tramo final del camino hacia una verdadera Nueva Era o Edad Dorada. En la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, Regina y otros 400 guerreros ofrendaron sus vidas para el despertar de la Humanidad.
En el Bosque de Chapultepec, ese mismo día y a la misma hora, el Sargento y otros tantos árboles sagrados se sacrificaron como ofrenda ritual para el inicio de la Nueva Era. La "ficha oficial" explicativa que se encuentra hoy en día junto a los restos de "El Sargento", aduce a un "exceso de contaminación" y "sequía" la muerte del mismo en 1968. Un árbol sabio y guerrero con 600 años de antigüedad murió de la noche a la mañana ¿por contaminación? (no es fácil encontrar explicación racional a este fenómeno).
Estado actual de "El Sargento", tras su sacrificio voluntario el 2 de octubre de 1968
EL AHUEHUETE DEL RETIRO, SÁBIO Y MÁGICO TESTIGO EN PELIGRO DE EXTINCIÓN.
Desde mi llegada a Madrid en 1999, y gracias a un maravilloso ser de origen ñah-ñuh (mal llamado "otomí") y con un grado de iluminación fuera de lo habitual, tuve consciencia de la existencia de este árbol y su importancia histórica, energética y ritual en estas tierras.
Con él visité las primeras veces a "El Abuelo", y aprendí a callar y observar, amando la esencia del "guardián del tiempo" en el que se convierte un árbol cuyo nivel vibracional es mucho, mucho más lento que el nuestro.
Aprendí a amar también al Ahuehuete del Parterre, cuando mi amigo y "padre artístico-adoptivo", el poeta mexicano Alejandro Aura, escribió acerca de este árbol en su blog. Le gustaba pasar largos momentos de disfrute y contemplación bajo su sombra. Él me abrió aún más la curiosidad hacia el desconocido árbol mexicano, que, súbitamente parecía surgir de la absurda nada histórica y fuera de todo contexto en Madrid. El tiempo, y mi estudio de la Magia me enseñarían que siempre hay razones "ocultas" a los ojos necios, pero muy evidentes cuando se les quiere ver.
Bajo su copa he realizado pequeños y humildes rituales desde hace años y en fechas muy especiales. Hasta ahí he llevado a gente que consideraba singular y despierta; sólo a aquellos que podían entender y creer en la esencia de un auténtico árbol mágico. El Ahuehuete del Retiro me ha bendecido, ha reído y ha llorado conmigo.
El ahuehuete de el Retiro en plenitud
La última vez que lo vi en plenitud, fue el 30 de mayo de 2015. Una fecha más que especial, y que marcó para siempre mi vida y los vertiginosos acontecimientos que se desencadenarían a continuación. Ocho meses después, el 30 de enero de 2016, acudí a realizar un ritual de sanación que implicaba un salto terrible al vacío y el inicio de una de las etapas más dolorosas, pero, sin embargo, de mayor aprendizaje en mi vida. Aquella noche lloramos juntos... y me consoló, con su sabiduría infinita, con su paciencia y su amor incondicional. Lleve a cabo un ritual de transición hacia una nueva etapa, en la que daba la bienvenida a lo Sagrado Femenino, pidiendo Luz y Comprensión para mi cansada cabeza y mi magullado Corazón, así como para la de todos los hombres (me refiero a lo Sagrado Masculino), para iniciar definitivamente una Era de recuperación del equilibrio en las relaciones humanas Mujer-Hombre.
LA RESPUESTA AL RITUAL SE HIZO PRESENTE EN MENOS DE 24 HORAS.
Mi vida dio un giro inesperado. No sin dolor, pero con la noción de quién SABE que ha llegado un tiempo nuevo, comencé a trabajar hacia una nueva etapa de Luz con la Humanidad.
La gran sorpresa me llegó un poco más de un mes después, cuando supe que el ÁRBOL SAGRADO DEL RETIRO, EL MÁS ANTIGUO DE MADRID, había iniciado un proceso de decadencia acelerada y se estaba muriendo debido a unas actuaciones poco esmeradas con el árbol, que tenían como finalidad corregir el sistema de riego en su entorno, y que se habían iniciado precisamente en enero de este año. Curiosamente, aquella noticia se producía un 2 de marzo, fecha coincidente con el cumpleaños de Alejandro Aura, cuyo vínculo emocional y físico con el árbol perduró hasta el día de su muerte y tal vez incluso más allá de la misma. VER AQUÍ LA NOTICIA.
LA TORPEZA HUMANA, EL DESPRECIO POR LA NATURALEZA Y EL SIMBÓLICO ¿FINAL? DEL ÁRBOL HERMAFRODITA MÁS HERMOSO DE MADRID
Nuestro "Viejo del Agua" comienza a sufrir la falta del líquido y la rotura de sus raíces (marzo 2016)
LA TORPEZA HUMANA, EL DESPRECIO POR LA NATURALEZA Y EL SIMBÓLICO ¿FINAL? DEL ÁRBOL HERMAFRODITA MÁS HERMOSO DE MADRID
Uno de los más preciados y bellos ejemplos de naturaleza en Madrid; el más antiguo testigo de las luchas, amores, andanzas, alegrías, triunfos y fracasos de los madrileños desde la guerra contra los invasores hasta los años de la República, la guerra, el franquismo, la transición y la modernidad; el testigo mágico, puro y doliente del día a día de la ciudad... se está muriendo. Y no se trata de un "ente" sin vida, ni de un pedazo de madera o de lienzo pintado que "represente" algo, sino que es HISTORIA VIVA, LATENTE Y REAL... Auténtico TESTIGO del acontecer de esta ciudad y este país, además de tesoro biológico... Y se nos está muriendo.
¿Por qué?
Pues resulta que en 2012 se hizo un "adecentamiento" del parque, que, entre otras cosas, incluía sistemas de riego en el subsuelo... PERO SE HIZO MAL... Así que cuatro años después se volvió a levantar el suelo del parque para re-instalar y modificar el sistema de riego. Pero en la maniobra se excavó de más, o se excavó demasiado cerca de las raíces del "Viejo del Água", que cada año las tiene más superficiales. Así que varias de ellas fueron rotas... Pero lo realmente grave, fue que se dejó durante demasiado tiempo sin agua a nuestro Ahuehuete mágico, en un invierno particularmente seco.
Al día de hoy, el ahuehuete de el Retiro tiene un aspecto impresionantemente malo. Es el único árbol del entorno que presenta un color anaranjado-rojizo-marrón propio del otoño y no de la víspera de primavera en la que estamos. "Así lo ha denunciado la sección sindical de Parques y Jardines de Comisiones Obreras en cartas enviadas a la dirección general de Patrimonio de la Comunidad, a la concejalía de Medio Ambiente (...)"
Como siempre... nos queda esperar que se busquen "responsables", que se sancione o se castigue. Pero queda muy patente que hoy en día estamos tan absortos por el culto a lo material imperecedero, a las redes, a nuestro teléfono... Que en verdad nos importa poco lo que suceda con el entorno maravilloso en el que vivímos.
El Ahuehuete del Parque del Retiro, es una joya viviente, una encarnación viva de la divinidad y un ejemplo de sabiduría, humildad y belleza.
En estos tiempos en que vivimos confrontados en la dualidad política sin sentido, en las insalvables brechas entre ricos y pobres, en la llamada "violencia de género" y la prefabricada lucha de sexos para dividirnos y destruir los núcleos esenciales de la vida (sí, se llama familia... aunque no sea "progre" decirlo). Tal vez podríamos volver nuestros ojos a este ejemplo vegetal de sabiduría y dualidad integrada y serena.
Tal vez deberíamos plantearnos el volver a luchar por el BIEN COMÚN y darnos cuenta de la absurda irracionalidad en la que vivimos.
El Ahuehuete del Retiro fue rodeado por una alta reja de hierro en los años 90, porque "Se realizaban cosas raras y rituales nocturnos"... porque "aparecían piedrecitas en extrañas formaciones a los pies del árbol"... y para "impedir que los niños trepasen a sus ramas y lo dañaran..."
Veinte años después, y respetando el perímetro de la reja (es decir DESDE AFUERA), se ha dañado -tal vez irreversiblemente- al árbol, condenándolo a su posible extinción al negarle el agua durante días.
¿SÁBES UNA COSA?: Así nos han rodeado en estos últimos años, con una verja que nos proteja de todo, que nos aísle, que nos mantenga en la línea del miedo y la supervivencia. Creemos estar seguros, con nuestro móvil, nuestra casa, nuestro coche, nuestro dinero, nuestros impuestos, nuestra seguridad social y nuestra democracia... Pero en cualquier momento, desde afuera de la verja, un mínimo factor como el cambio de unas mangueras y unos aspersores puede dar al traste con toda nuestra existencia divina.
Moctezuma temía la llegada de los dioses, pero el ABUELO SABIO le hizo enfrentar su destino.
¿HAY ESPERANZA PARA NUESTRO ÁRBOL?
Yo creo que sí, pero tenemos que generar consciencia. Tenemos que volver a descubrir la esencia de lo Sagrado Femenino y lo Sagrado Masculino y volver a la CONCILIACIÓN DE LOS OPUESTOS, a la unión de todas las ideas y todos los colores. Nuestro árbol nos enseña que es posible conciliar el todo en la unicidad cósmica del Ser. Somos seres cósmicos ¿por qué aferrarnos a limitarnos como ÚNICAMENTE seres sociales-económicos?
España puede (y debe) dar un paso hacia la construcción de un nuevo mundo. La herencia histórica, genética, espiritual y energética que ha sumado durante miles de años, representa un hecho único en la historia de la humanidad. Pocas o casi NINGUNA nación en el mundo ha tenido la influencia de tantas razas, tantas culturas, tantas historias y tanta sabiduría ancestral convergiendo en un mismo punto. Colón "descubrió" América para posibilitar el acceso a los códigos genéticos y espirituales que hacían falta para completar el puzzle. Sangre filipina, Africana, Fenicia, Tartésica, Romana, Francesa, Árabe, Ibera, Celta, Vasca, Gallega, Indigena, etc... se fusionan hoy en la España que puede iniciar una nueva ruta hacia la Luz.
Rompamos las "barreras protectoras" que han puesto a nuestro alrededor, y con el ejemplo del árbol más antiguo y más sabio de Madrid, iniciemos la Re-Evolución, lejos del egoísmo materialista y con el Amor Incondicional y el Bien Común como únicas banderas.
Los próximos meses prometen ser muy convulsos (en todos los sentidos: político, económico, cósmico...) Tal vez nuestro ahuehuete decida sacrificarse en aras del nacimiento de una nueva consciencia en estas tierras... o tal vez no. Tal vez no haga falta, si HOY, TODOS tomamos valientemente las riendas de nuestro Destino Divino y damos un golpe de timón hacia lo Infinito.
El Ahuehuete del Parque del Retiro, es una joya viviente, una encarnación viva de la divinidad y un ejemplo de sabiduría, humildad y belleza.
En estos tiempos en que vivimos confrontados en la dualidad política sin sentido, en las insalvables brechas entre ricos y pobres, en la llamada "violencia de género" y la prefabricada lucha de sexos para dividirnos y destruir los núcleos esenciales de la vida (sí, se llama familia... aunque no sea "progre" decirlo). Tal vez podríamos volver nuestros ojos a este ejemplo vegetal de sabiduría y dualidad integrada y serena.
Tal vez deberíamos plantearnos el volver a luchar por el BIEN COMÚN y darnos cuenta de la absurda irracionalidad en la que vivimos.
El Ahuehuete del Retiro fue rodeado por una alta reja de hierro en los años 90, porque "Se realizaban cosas raras y rituales nocturnos"... porque "aparecían piedrecitas en extrañas formaciones a los pies del árbol"... y para "impedir que los niños trepasen a sus ramas y lo dañaran..."
Veinte años después, y respetando el perímetro de la reja (es decir DESDE AFUERA), se ha dañado -tal vez irreversiblemente- al árbol, condenándolo a su posible extinción al negarle el agua durante días.
¿SÁBES UNA COSA?: Así nos han rodeado en estos últimos años, con una verja que nos proteja de todo, que nos aísle, que nos mantenga en la línea del miedo y la supervivencia. Creemos estar seguros, con nuestro móvil, nuestra casa, nuestro coche, nuestro dinero, nuestros impuestos, nuestra seguridad social y nuestra democracia... Pero en cualquier momento, desde afuera de la verja, un mínimo factor como el cambio de unas mangueras y unos aspersores puede dar al traste con toda nuestra existencia divina.
Moctezuma temía la llegada de los dioses, pero el ABUELO SABIO le hizo enfrentar su destino.
¿HAY ESPERANZA PARA NUESTRO ÁRBOL?
Yo creo que sí, pero tenemos que generar consciencia. Tenemos que volver a descubrir la esencia de lo Sagrado Femenino y lo Sagrado Masculino y volver a la CONCILIACIÓN DE LOS OPUESTOS, a la unión de todas las ideas y todos los colores. Nuestro árbol nos enseña que es posible conciliar el todo en la unicidad cósmica del Ser. Somos seres cósmicos ¿por qué aferrarnos a limitarnos como ÚNICAMENTE seres sociales-económicos?
España puede (y debe) dar un paso hacia la construcción de un nuevo mundo. La herencia histórica, genética, espiritual y energética que ha sumado durante miles de años, representa un hecho único en la historia de la humanidad. Pocas o casi NINGUNA nación en el mundo ha tenido la influencia de tantas razas, tantas culturas, tantas historias y tanta sabiduría ancestral convergiendo en un mismo punto. Colón "descubrió" América para posibilitar el acceso a los códigos genéticos y espirituales que hacían falta para completar el puzzle. Sangre filipina, Africana, Fenicia, Tartésica, Romana, Francesa, Árabe, Ibera, Celta, Vasca, Gallega, Indigena, etc... se fusionan hoy en la España que puede iniciar una nueva ruta hacia la Luz.
Rompamos las "barreras protectoras" que han puesto a nuestro alrededor, y con el ejemplo del árbol más antiguo y más sabio de Madrid, iniciemos la Re-Evolución, lejos del egoísmo materialista y con el Amor Incondicional y el Bien Común como únicas banderas.
Los próximos meses prometen ser muy convulsos (en todos los sentidos: político, económico, cósmico...) Tal vez nuestro ahuehuete decida sacrificarse en aras del nacimiento de una nueva consciencia en estas tierras... o tal vez no. Tal vez no haga falta, si HOY, TODOS tomamos valientemente las riendas de nuestro Destino Divino y damos un golpe de timón hacia lo Infinito.
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