martes, 26 de junio de 2007

TRECE MIEDOS capítulo 5


Hace unos meses formé parte del elenco de la serie mexicana de terror "13 Miedos". Se trata de una iniciativa que pretende rescatar el concepto de "La Hora Marcada", que muchos recordarán, y que contó con la participación de noveles directores, que ahora son mundialmente reconocidos (Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro, entre otros).

Lo más interesante del formato, según mi opinión, es que se rueda en 16mm, lo cual da una calidad de imágen y un cuidado en la iluminación y la fotografía que son de agradecer en la televisión mexicana. Tal vez el punto más flaco sean los guiones. Tampoco puedo opinar mucho, pues ví dos programas antes de venírme a España y no he podido seguirla de cerca.

De cualquier manera, es innegable la calidad de la producción, hecha por LEMON FILMS para Televisa 5. Los hermanos Rovzar están dando mucho de que hablar e impulsando con sus propuestas un cambio en la forma de ver la tele. Ojalá que el experimento dure y se empiecen a producir más cosas de este nivel.

Marcelo Galván en TRECE MIEDOS
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Aquí está una parte del capítulo en el que participé. Debo decir que lo que más me gustó, fue la caracterización. Ponerme en las manos de Roberto Ortíz y su equipo (sobre todo por la amabilidad y talento de Francesca y Harry) ha sido toda una aventura. Roberto Ortíz ha sido el responsable del diseño de maquillaje para proyectos importantes como "Kilómetro 31" y "Fuera del Cielo". Así mismo, ha sido parte del crew de caracterizadores en "Apocalypto".

Caracterización hecha para mí por el equipo de ROBERTO ORTÍZ
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No dejen de visitar la página de este mago de la caracterización, que está al nivel de los mejores creadores de efectos de maquillaje: http://www.maquillajefx.com/

Vean el video y denme su opinión. Ojo en el segundo 0:18, pues justo ahí se me ve atacar al velador, encarnado por el querído Enríque Arreola ("Temporada de Patos" o "Parpados Azules" -entre otras-). Es solo un segundo, pero es impresionante. Este y otros momentos los he ralentizado un poco para que se aprecien más mis acciones.

Espero lo disfruten!!!


De la Ternura

Hace unas horas me escribió mi hermana Gabi. Sabe que estoy de viaje y que no estoy muy bien. Dice que ha hechado las runas pensando en mí (ella es un poco bruja y yo la quiero también por eso)
Me ha transcrito su lectura... y ha dado en el clavo. Me ha infundido el espíritu que me hacía falta para sobrellevar los "contratiempos" de este viaje.
Me emocioné mucho, y sin pensar ni estructurar nada le escribí lo siguiente:

Yo solo pido un poquito de ternura en cada día,

una sonrísa franca y una mirada que me traspase

para bajar mis defensas.

Yo solo pido que seas tan Tú,

que yo, irremediablemente

empiece a ser Yo.

Yo solo pido poder decir lo que he hecho mal

sin sentir que me juzgas.

Yo solo pido que me cuentes tus defectos

para llorar contigo

y amarte más por compartir también eso.

Yo solo pido amor y compasión para tí

porque se que tú eres yo

y que en los dos...

palpita el Universo

martes, 19 de junio de 2007

De Bilogías y Voluntades

Despertar sudando

posar la planta

alzar los ojos

y babear

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Defecar mirando al techo

orinar mirando al mar

Corre el agua por mi piel

no conozco al del espejo

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INGERIR

DEGLUTIR

DIGERIR

DEFECAR (otra vez)

__________SOLO

MOJAR

SECAR

VESTIR

PERFUMAR

_________SOLO

SALIR

CAMINAR

perder el rumbo

RECAER

EYACULAR

LLORAR

________SOLO

SECAR

MOQUEAR

LIMPIAR

LAMENTAR

_________SOLO

REVIVIR

ACEPTAR

REVESTIR

ACORAZAR

y volver a andar

_____CAMINAR

________CAMINAR

__________CAMINAR

POR SIGLOS

_______ (SOLO)

y vivír

CONTENTO

-------PERO

--------INEXORABLE

-------------BRUTO

---------------CANSADO

-------------------Y SOLO

SIEMPRE SOLO


domingo, 17 de junio de 2007

clausura en LA CHIMENEA


Ya les había contado de cómo fué mi gozosa aparición en una primera actividad cultural en Madrid ahora que estoy por acá. Pues bien, ayer por la noche me fuí a presenciar la clausura de la 7ª Semana de Cine Iberoamericano "La Chimenea de Villaverde". Un día antes, alcancé a ver una de las películas a concurso: AL OTRO LADO, del mexicano Gustavo Loza. Y sinceramente, albergaba la esperanza de que se llevara algún reconocimiento, pues a mí me gustó mucho. Claro, yo no había podido presenciar las demás proyecciones y no tenía referentes para poder juzgar. Pero si las ganadoras son tan entrañables como la que ví, pues seguro ha sido un festival de mucha calidad.

Al principio de la función a la que asistí también se proyectó un cortometraje español (a concurso) llamado "El Espejo", que anoche resultó ser el ganador del premio del público en esa categoría. Ahí si que no entiendo... pero... cada quien sus gustos. El audio me pareció bastante mal logrado, con desincronizaciones en los diálogos y/o un mal dubbing de los mismos (sobre todo de la actríz Alfonsa Rosso, toda una señora del cine español hasta donde su trayectoria lo demuestra). Luego, la historia parecía interesante, pero me pasó lo de siempre... y es que seguro que soy muy "sangrón" como decimos en México, pero es que no les creo ni media palabra a algunos actores que "dicen que dicen", pero no están diciendo nada (¡valgame la cantinfleada que estoy haciendo!). Tristán Ulloa aparece "correcto" en su papel de amigo del pintor protagonista, sin embargo, no dejo de sentirlo incómodo. Tuve la sensación de que lo habían invitado, metiendo un personaje forzadamente, para tener un "nombre de cartél". De lo demás (y aquí me podeís cortar la gargánta) no hablo, porque me quedé dormido a los 5 minutos del inicio. Yo también he hecho muchos cortometrajes y "mediocremetrajes", así que comprendo que a veces sale bién y a veces mal. No reprocho absolutamente nada a sus realizadores (Lilí Cabrera y Valerio Veneras), pues sé lo que cuesta levantar un proyecto por pequeño que éste sea. Lo que no deja de asombrarme es que el público lo haya votado como el mejor. Como no pude ver los otros, me callo... pero si -según los espectadores- éste era el bueno, ¡pues cómo estarían los otros!... ¿O será... tal vez que el público se conforma con cosas que por su trama prometen ser "interesantes" aunque después no tengan rigor técnico-artístico?. Si alguién la vió y le gustó comenteme (o fusíleme).

AL OTRO LADO me atrapó después de un rato (menor a cinco minutos). El primer "pero" (pega) que le puse, cási sin darme cuenta, estuvo dictado por un prejuicio, pues Gustavo Loza estudió en la Universidad Iberoamericana (en la "Ibero" pues), y no en (como yo ubiera querído) el CUEC o el CCC. Ya lo dije y subrayo la mea culpa: un mero prejuicio que me hacía creer que un "fresa de la Ibero" no sería capaz de narrar con fidelidad y emoción suficientes las 3 historias de inmigración que presenta en su filme, y que -según yo-, estarían muy lejos de la realidad, no solo de un egresado de universidad privada, sino incluso de alguno de los alumnos de las carreras públicas de cine. Pues me dí contra la pared al ver la bella forma en que Loza, con una narrativa similar a la de Iñarritu-Arriaga en "Babel", va presentando tres historias de niños con padres inmigrantes en tres rincones distintos del mundo, y cuando, cási sin notarlo me atrapó y me dejó "alelado" por la frescura de las interpretaciones de todos los pequeños que las protagonizan. Ahora que he buscado un poco más acerca de él comprendo. Gustavo fué productor de la barra infantil del Canal 11 (nada fresa por cierto y con contenidos siempre sustanciosos), así como director de programación de la misma. Pocas veces se puede ver a niños actuar con tanta gracia, pero también con tanta intensidad dramática y claridad en la construcción de un personaje. Tampoco está de más mencionar la magnífica labor de mi amigo IGNACIO GUADALUPE (me acerqué en un principio a ver la película solo por ver el trabajo de Nacho). Pero también me parecen muy efectivas las actuaciones de Héctor Suárez, Vanessa Bauche, Susana González y Carmen Maura. La española Silke es la que menos me gustó (mucho estereotipo de "junkie" y poca verdad en la boca y el gesto).

Yo si recomiendo AL OTRO LADO, y me hubiera gustado verla triunfar.

La que si se llevó un premio a la mejor actuación por partida doble fue MÁS QUE NADA EN EL MUNDO, de los paisanos Andrés León Becker y Javier Solar Cortés. Elizabeth Cervantes y Julia Urbini recibieron el galardón a la mejor interpretación, dotado con 6.000 euros. ¡Enhorabuena!

Este año, el festival estaba dedicado a un país, que si bien no cuenta con una producción cinematográfica grande, si ocupa un lugar importante dentro de la sociedad en España, pues sus ciudadanos conforman una de las comunidades más grandes de inmigrantes aquí. Mientras escribo escucho las conversaciones en las cabinas de teléfono a mis espaldas. Estoy en un café Internet con locutorio. La mayoría de esas voces que escucho emocionarse, regañar, dar instrucciones de envío de dinero etc., así como las del hombre que me atiende al llegar en el escritorio, tienen invariablemente acento de Ecuador. La presidenta del jurado en Villaverde fué en esta ocasión la directora ecuatoriana Viviana Cordero, que anoche dedicó emocionada el premio de honor a todos los inmigrantes de su tierra que radican en España. El concejal del Ayuntamiento de Villaverde, que había jurado su cargo esa misma mañana, dedicó también su discurso a la inmigración y prometió que durante su gestión luchará por la integración de españoles e inmigrantes en su distrito.

Fué muy emocionante ver los bailes y la música del país andino, ofrecidos por el ballet QUITUS. Tres coreografías en total, divididas entre los bloques de entrega de premios. La segunda sobre todo me asombró. Tres parejas con sus trajes típicos. Ellos con unas chaparreras de cuero (con pelo de llama ó alpaca supongo) y unos cascabéles tan finos que sonaban como una lluvia de agujas de oro en el aire al caminar. Sin embargo, al iniciarse el baile, la fuerza de las plantas sobre el escenario, los vuelos de los dobles y triples ponchos y la reververación de la música, hacian un contraste tremendo con aquel sonido cási liquído del andar de momentos antes. Me sentí trasladado a algún tiempo ancestral, donde el dialogo entre el hombre, la tierra, el agua y el cielo eran el código cotidiano de la existencia. Una fuerza maravillosa invadió mi corazón y mis ojos húmedos volvieron a ver aquello que se nos esconde todo el tiempo y solo aparece en momentos de revelación. ¡Que hermoso sería que el arte consiguiera hermanarnos, acercarnos y fundirnos más allá de las fronteras!. Y está sucediendo, está sucediendo...

Contento (y un poco bebido) salí de Villaverde rumbo a Plaza de España, para encontrarme con mi querido amigo, el actor, dramaturgo, director, fotógrafo.... y camarero... peruano Carlos Alcálde... y ya les contaré de los proyectos.

¡Larga vida al cine iberoamericano!


sábado, 16 de junio de 2007

SE ESTUVO TAN BIEN AHÍ


Como ya "sabéis", estoy en Madrid desde el lunes pasado. Recién cumplidos los 36 años -lteralmente, en el aire-, llegaba yo a esta tierra llena de asombros de todos los colores. Aquí guardo muchos afectos. Entre ellos, el poeta, director, actor y amigo Alejandro Aura, que precisamente el día 12 presentaba su libro SE ESTÁ TAN BIEN AQUÍ dentro de la colección mexicana Calamus, publicada por Amigos de Editorial Calamus y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, en el Instituto Cervantes de Madrid.
Desde que salía del aeropuerto Benito Juárez, en D.F., sabía que la primera actividad cultural a la que asistiría en estas vacaciones en España sería ésta. Isabel se animó a acompañarme, y mientras la esperaba en la puerta del Cervantes en la calle de Alcalá, veo acercarse a un antiguo conocido... "¡Qué alegría Kico, pero si hacia cási tres años que no te veía!". Adentro, más caras familiares me hicieron remover los archivos de la memoria y los afectos. El poeta Tomás Segovia y su compañera Ma. Luisa Capella, siempre tan cariñosos; Enríque y Alejandro Krauss, recién aterrizados como yo; Milagros, que no salía de su asombro al verme por ahí... Era como si simplemente no hubieran pasado los años ni tantas cosas se hubieran transformado desde que volví a México hace más de dos años.

Y ahí estaba Alejandro, del lado izquierda-público, derecha-actor de la mesa mirando con risueña sonrisa a los que, espectántes también le mirábamos. No pude evitar recordar la primera vez que me senté a su lado para leer en público en el año 2001. Él había sido nombrado poco tiempo atrás director del Intituto de México en España, organismo oficial de representación de la cultura y las artes de nuestro país en el extranjero . Alejandro había estado antes como director del Instituto de Cultura del Distrito Federal, dónde promovió, entre muchas otras iniciativas, los "libroclubes" (clubes de lectores que se formaban en los barrios con donaciones de volúmenes, en donde se hacían lecturas en voz alta y otras actividades encaminadas a fomentar el gusto por los libros). Alejandro mismo participaba en un club llamado "Las Auras", donde, acompañado a veces de otros amigos leía de todo y para todos. Ahora recuerdo haber sido testigo asombrado hace años de como, en Madrid, Alejandro, en un despliegue de virtuosismo, leyó (o debiera decir "interpretó") en dos jornadas inolvidables la obra "Los Empeños de una Casa" de Sor Juana ¡¡¡el soliiito, tú!!!... Todos los personajes del divertido enredo de nuestro Siglo de Oro Mexicano desfilaron por la voz, cara y manos del Alejandro actor-lector que nos mantenía atentísimos y a veces partidos de risa en nuestras sillas.

SE ESTÁ TAN BIEN AQUÍ, era el "tercero de la tarde", así que escuchamos con atención las presentaciones que le precedían: "De madrugada, entre la sombra, el viento", de José-Miguel Ullán y "Mi vida con la perra" de Francisco Hernández. Pero debo confesar que por momentos me distraje, hojeando SE ESTÁ TAN BIEN AQUÍ, que Kico le había pasado a Isabel y al que yo me apunté tercero para degustar, aún antes de ser leídas por su autor, algunas líneas. Un Aura, entrañable y sencillo, diáfano, directo (pero no por eso falto de ternura en lo cotidiano), volvió a emocionarme desde el papel cómo el noviembre pasado, en que nos dio un adelanto del libro en la inauguración de una biblioteca con su nombre en México, D.F. Pero ya me urgía escucharle de viva voz recitar su propia poesía, así que no leí más, para recibirla otra vez frente a frente, de boca a oído, de manos a ojos, de asombro a asombro. Julio Trujillo hizo una bellísima presentación de Alejandro y su libro, que merece la pena leer. Aquí les dejo el link para que la miren:
En un momento de su intervención, Trujillo confesó su afición por el blog de Alejandro, sacando un rollo de cartulina que extendió sobre su cabeza, con el nombre bien clarito: http://alejandroaura.blogspot.com
Me encantó el detalle, pues quitó la solemnidad que, un poquito, comenzaba a aposentarse sobre mi cabeza.
Ahí, que me emociono, justo antes del inicio de la intervención de Ale... y que pienso "esto, ya que estamos, va por supuesto para el blog" y que me acerco, según yo discretamente, a hacer una foto por el lado donde estaba Alejandro... pero me pilló... justo cuando hacía "click" (y eso que desactivé el flash para no ser "cantoso") Se giró hacia mi con amplia sonrísa y dijo "¡llegaastee!" y yo (por dentro) "¡tragame tierra!" Me debo haber puesto de mil colores, pero fue "peor" cuando un segundo después Alejandro explicaba: "Éste es Marcelo Galván. Es de los que les dices la hora y el lugar y te contestan `Estoy en otro continente, pero si puedo llego´ ¡Y llega!. Gracias por estar aquí". Y yo turbado, pero muy emocionado por el cariño de Alejandro hacia un servidor, hecho evidente en tan "bancario lugar" -como él mismo llamó al recinto donde estabamos-: "Gracias a tí".

Y no puedo dejar de decir "gracias", pues la lectura de Alejandro, el libro, las palabras mismas de su autor y la forma en que las dice, son todavía, -días después- un bálsamo de gusto por la vida y regocijo en el recuerdo de esos dos breves encuentros que tanto en D.F. como en Madrid he vivído. Ayer, en su blog, mencionaba la anécdota con entusiasmo; lo cuál me halaga y me conmueve. Desde aquí, en Madrid, donde también se está tan bien, vaya un abrazo emocionado y un homenaje a Alejandro Aura y su nuevo libro.

No se pierdan SE ESTÁ TAN BIEN AQUÍ. Alejandro nos dice que los interesados en España, pueden dirigirse a la librería Hiperión, porque ahí le dijo Ernesto Lumbreras, el editor responsable, que había dejado ejemplares para su venta.

¡Vale mucho la pena!

jueves, 14 de junio de 2007

Un "Golum" latino en el METRO DE MADRID


Hace tres días (justo cerrando mis primeras 36 vueltas al sol), llegaba una vez más a Madrid. Embargado por cierto nerviosismo, después de recibir las noticias sobre los nuevos requisitos para entrar a España para los no comunitarios. Tras el trámite acostumbrado en migración, fuí abordado por un agente vestido de paisano que me solicitó los papeles e hizo algunas preguntas. Yo nervioso, mientras él, bastante relajado y majete, revisaba la improvisada y urgente "carta invitación" que Isabel me envió, el pasaporte y las tarjetas, dejando escapar una furtiva y pícara miradilla a una chica que pasaba (lo cuál agradecí, pues así distrajo su mirada de mi cara, que seguramente sería de pánico en aquel momento)
Afuera me esperaba Isa, enfundada en un hermoso y veraniego vestido verde limón que hacía resaltar la belleza de sus ojos. Aún sin digerir del todo que estabamos de pronto los dos aquí otra vez, partí jubiloso en su compañía. Decidimos tomar el metro. Yo le hablaba sobre lo sabroso que es estar en Madrid, una ciudad donde puedes andar a las tantas de la noche por las calles, trasnochar, subir, bajar, ir y venir sin preocuparte demasiado por cási nada... De pronto sentí un movimiento extraño en el bolsillo derecho del pantalón. Llevé mi mano y ¡oh, sorpresa!, encontré un par de deditos que sintiendose ágiles e invisibles intentaban sustraer mi cartera y los escasos euros que ahí llevaba. No pensé ni un segundo, instintivamente "pillé" el par de apéndices infractores que se ocultaban entre la tela de una chaqueta que burdamente los disfrazaba. Me vino el recuerdo de una situación similar, en D.F., donde conseguí retorcer los dedos del ladrón hasta hacerlo gritar. Al instante tuve una sensación increiblemente similar a la de entonces, una especie de "deja-vu" vivído en todo el cuerpo y la consciencia simultaneamente. Me llené de una decisión y una energía bastante inusuales (pues aunque el tópico obligue a lo contrario, soy en efecto un actor bastante tímido, inseguro y dudoso cuando no estoy en el escenario). Con voz firme y decidida dije algo así como: "¿A dónde vas, amigo?", a lo que el aludido respondió con una mal fingida cara de ingenuidad. No recuerdo que me contestó, pero si sé que era un balbuceo nervioso y bajo negando mi acusación. La forma en que lo dijo, fué para mí la confirmación de que intentaba robarme. Tal vez sea deformación profesional, pero tiendo a poner más atención en el "cómo" se dicen las cosas que en el "qué". El hombre quedó al descubierto ante mí con su involuntaria confesión. Tristemente, descubrí que no era español; y aunque habló bastante bajo, pude darme cuenta que se trataba de un latinoamericano. Confieso que me llené de rabia. Con voz en cuello afirmé que aquél hombre estaba intentando sacarme la cartera para que todo el vagón se enterara. Llegabamos a una estación, y el sujeto no atinó a hacer más que encojerse en un gesto muy parecido al de "Golum" y salir avergonzado y rabioso del tren.

Isabel y yo nos quedamos de una pieza. Yo hacía esfuerzos por controlar el inminente temblor que me venía tras el golpe de adrenalina. Una mujer sonreía con cara de "¡jo, que cosas se ven por ahí!" y el convoy reanudaba su marcha.

A la distancia reflexiono sobre lo acontecido y no puedo dejar de pensar en lo irónico de la vida. Yo me sentía incómodo por las exigencias legales para entrar a España, y a los pocos minutos de haber sido "interrogado" en Barajas, un latinoamericano intentaba robar a otro latinoamericano, confirmando que por comportarnos así no somos de fiar a los ojos de las autoridades migratorias. Verguenza y desconcierto para mí

Éste hombre, al que no supe ubicar por su acento (¿argentino?, ¿uruguayo?, ¿ecuatoriano mestizo ó colombiano?) no sé de dónde habrá pensado que yo venía... desde luego, no supo que era "chilango". O nunca a vivído en México, o nunca a robado en el metro de allá. Porque, desde luego, no contaba con que los "deefeños" vivímos muy alertas de los ladronzuelos que hay por todas partes y sabemos identificarlos cási siempre.